Banderaló (3/6)- Mediante Ley Nacional Nº 24561, se estableció el día 3 de Junio, (fecha del natalicio del Dr. Manuel Belgrano), como día del Inmigrante Italiano, en homenaje al gran prócer nacional de origen italiano, ya que su padre, don Doménico Belgrano había nacido en Oneglia (Génova).
En homenaje a nuestros pioneros italianos publicamos breves historias extraídas del libro 20/20: 4 décadas en la historia de Banderaló, de Raúl Comba.
Los primeros inmigrantes fueron: Rambaldi, Francisco Seloria, Cándido Martinotti, Félix Guayta, José Sarza, Bonino Hnos., José Pochettino, José Cerrano, Moncazín, Enrique Duffourc, Santiago Cordone, Andrés Aló, Francisco Piccotto, José Catala, Camusso Hnos., Antonio Porta, Domingo Frencia (•), Juan Ré, José Bessone, Bursa Hnos., José Monti, Angel Rocca, Ollocco, Martín Sola, Rastelli, Tamarazo, Botini, Cantamesa, Alejandro Sema, Pedro Mainardi.
Los colonos piamonteses construían ensenadas (potreros) para custodiar los animales de trabajo con un solo hilo de alambre de púa sostenido por postecitos que se colocaban a mucha distancia, lo que resultaba un potrero barato.
En los primeros años el ochenta por ciento de la población banderolense hablaba el piamontés. Criollos, negros del Brasil, españoles y en general toda persona joven que viviera en Banderaló, aprendían a hablar muy bien el dialecto piamontés.
El 20 de septiembre era un día notable para esta población ya que la colonia italiana festejaba ese día con mucho entusiasmo y se hacían fiestas que duraban tres días. El primer 20 de septiembre se festejó en 1903, los bailes comenzaron a las dos de la tarde y continuaron hasta el amanecer del día 21.
Cuando el colono no cosechaba ni para la semilla la estancia lo proveía de éstas, para ser devueltas en la próxima cosecha. Pese a todas las dificultades, la mayoría de los colonos que trabajaban en familia con esfuerzo y ahorrando, fueron haciéndose propietarios de campos, talleres, etc, así que, cuando tuvieron que hacer entrega de las chacras, tenían asegurado un porvenir para ellos y sus familias, cumpliéndose así sus sueños de inmigrantes.
En el “Hotel España” de Juan Serralt (aún se conserva el edificio), se realizaban las grandes fiestas despedidas de los “inmigrantes golondrinas” que regresaban a Italia después de haber trabajado en la recolección de la cosecha en las colonias vecinas.
El 1 de junio de 1921 se crea la Sociedad Italiana “Italia Unita” para que se mantenga vivo en esta lejana tierra el espíritu de italianidad.