Banderaló (01/02/21) - Una mirada que se repite en millones de niños. Esos locos bajitos que regresan a clase en un año diferente.
El barbijo testimonia el peligro que todavía acecha. Un elemento que se incorpora si se quiere el regreso. Además de acostumbrarse a una nueva movilidad dentro de la escuela, tendrán que familiarizarse con nuevos vocablos: burbujas, distancia social, patio sectorizado.
Un nuevo tiempo donde el abrazo con los amiguitos y la seño no son permitidos.
En compensación disfrutarán la presencialidad. Es decir, estar presentes en la escuela, entrar a ella con pasos vacilantes, pero entrar… ¡Por fin dejar la pantalla o el celular como mecanismo de encuentro!
Si el 2020 se constituyó como un año difícil para los adultos, también lo fue para ellos.
El regreso no será fácil. Quizá cueste la nueva normalidad. Aunque los chicos tienen una capacidad de adaptación que los adultos hemos perdido. Son sorprendentes.
La escuela primaria recibe a sus alumnos hoy. En Banderaló el regreso ya se produjo esta mañana.
Las palabras de bienvenida en la escuela Herminia Brumana fueron muy breves, sólo desear que los alumnos atesoren, en un lugarcito de su corazones, estos momentos de tránsito de la vida por la escuela.
Es tiempo de celebrar la vida. Busquemos elementos positivos en este denominado Regreso Seguro a las Clases Presenciales.
Los locos bajitos necesitan toda nuestra comprensión. Y estímulos. Actuemos en consecuencia.