Ayer a la tarde cuando Ruben Duarte, quien colabora asiduamente en el mantenimiento de la Parroquia, fue a cerrar las puertas del templo, se encontró con que habían ingresado al interior del edificio ya que juguetes que habían sido donados recientemente estaban
desparramados por el piso, cosa que hace suponer que quienes entraron fueron menores de edad. Además rompieron los micrófonos al tratar de sacarle las baterías, el daño se evalúa en $ 3.000, también tomaron gaseosas que había en la heladera y revolvieron cajones de los dormitorios.
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