Caminar por el acceso a ruta nacional 188 puede ser peligroso. Sobre todo en horas en que el día le da paso a la noche y las luces artificiales no iluminan con fuerza todavía. Se puede ver a esa hora gente corriendo o caminando. Quien viene entrando en auto desde la ruta, los alcanza a divisar cuando ya están muy cerca.
Por eso se hace imprescindible la construcción de un camino alternativo que permita a los ciudadanos realizar su rutina sin la preocupación que genera el tránsito vehicular.
Una vereda paralela al acceso no generaría demasiado gasto y es una construcción sencilla de realizar, tal como se puede comprobar en la ciudad cabecera donde los operarios realizan la obra de vereda rápidamente en distintos sectores de General Villegas.
Se trata sólo de una decisión política. Se trata nada más ni nada menos que preservar la seguridad de los banderolenses que a diario caminan hacia y desde la ruta.
Es de esperar que los funcionarios de turno tomen cartas en el asunto y no respondan con evasivas ya que no se trata de un tema menor.
Por nuestra seguridad, por nuestra tranquilidad, es hora de construir una peatonal paralela al acceso.
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