La empresa Calamari S.A., la histórica concesionaria Renault de esta capital, se presentó el viernes ante la Justicia para solicitar un proceso de concurso preventivo.
La empresa Calamari S.A., la histórica concesionaria Renault de esta capital, se presentó el viernes ante la Justicia para solicitar un proceso de concurso preventivo. El pedido quedó radicado en el Juzgado de Ejecución, Concursos y Quiebras 2 de la ciudad de Santa Rosa, a cargo de la jueza Adriana Quarzo.
Calamari dialogó con un periodista de este diario y aseguró que fue un juicio laboral el que desencadenó la crisis. En el marco de ese litigio, la Justicia le embargó las cuentas durante 45 días, período en el que no pudo concretar venta alguna. De ahí en adelante comenzó a acumular una deuda importante con el sector bancario y otros acreedores privados, de la que habría intentado salir recurriendo a prestamistas del sector informal.
Allegados a la familia del empresario revelaron que tanto él como sus familiares más cercanos habrían recibido amenazas de los "financistas" informales, situación por la cual debieron mantener un bajo perfil en las últimas semanas.
Calamari es un conocido empresario del medio con un perfil alto dada su afición por el automovilismo deportivo, que lo tuvo durante años como animador en competencias como la Fórmula Renault Pampeana y el Supercar Región Pampeana (fue cinco veces campeón). Luego de dejar la actividad deportiva, fueron sus hijos Agustín y Junior quienes continuaron con esa pasión, llegando a categorías nacionales, como la Fórmula Renault, el TC 2000 y el Súper TC 2000.
Hace casi un año, el empresario había lanzado su candidatura a gobernador de la provincia de La Pampa por el Frente Renovador, la fuerza que en el ámbito nacional lidera el bonaerense Sergio Massa. Sin embargo, en marzo de este año, anunció que declinaba su esa postulación. Su lugar fue ocupado por Carlos Alberto "Palo" Medrano.
Para evitar la quiebra.
El concurso preventivo (antes llamado convocatoria de acreedores o concordato preventivo) es una medida preventiva de la quiebra. Cuando una persona física o jurídica afronta dificultades económicas que le impiden continuar sus negocios regularmente, y existe la posibilidad cercana de que le sea decretada la quiebra, tiene la opción de evitarla mediante el concurso preventivo.
A diferencia de lo que ocurre con la quiebra, en el concurso la empresa puede seguir sus operaciones administrada (en principio) por el deudor, bajo la vigilancia de un síndico. El concurso tiene un trámite reglado por la ley que puede prorrogarse. Tras designar al síndico y publicar edictos informando a los interesados sobre la apertura del concurso preventivo para la empresa, se abre un período en el que los acreedores deben presentarse ante el síndico acreditando su condición.
El deudor tiene una amplia gama de posibilidades de llegar a un acuerdo con los acreedores. Si se llega a un acuerdo homologado, y éste no se cumple, el juzgado interviniente puede declarar la quiebra.(La Arena).
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