Que nuestro compromiso con la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, es inclaudicable.
Que consideramos al Estado como partícipe ineludible para alcanzar esos objetivos, y como articulador de las políticas sociales tendientes a la equiparación de derechos en una población tan heterogénea como la de nuestro país.
Que por lo tanto, repudiamos enérgicamente: los despidos masivos de empleados estatales por discriminación ideológica; los despidos en empresas privadas por desprotección de la industria nacional; que gobiernen a través de decretos de necesidad y urgencia (incluso en materia penal, que está expresamente prohibido por la Constitución Nacional: art 99 inc 3); la designación de jueces supremos por decreto; la clarísima usurpación de competencias del Congreso Nacional; la amenaza a la autonomía del Ministerio Público Fiscal; la distribución centralizante de la coparticipación federal; la supresión de toda disidencia en los medios de comunicación; el desmantelamiento del AFSCA; el endeudamiento, la inflación, la devaluación acelerada del salario real; la extorsión al sindicalismo; la prisión de Milagro Sala (ordenada por una justicia manipulada por el poder político)… Y sobre todo, repudiamos el conjunto de políticas que generan concentración de la riqueza y su contracara: el crecimiento de la desigualdad social y la legalización del sálvese quien pueda.
La torpeza política, el control de medios, la intimidación pública, la manipulación judicial, y el caos institucional generalizado, han generado un importante deterioro en nuestra sociedad en tan solo cincuenta días.
No creemos que estemos recorriendo el camino hacia la unidad de todos los argentinos prometida y tan deseada.
Bregamos por la recuperación de la felicidad de todos los argentinos.
Pedro Satragno y Marcelo Tau
No hay comentarios:
Publicar un comentario