Si bien la preocupación sigue vigente, el pico de la crecida de ayer hizo que los trabajos de prevención fueran intensos.
La amenaza de lluvia y los registros entre 70 y 100 milímetros registrados en zonas cercanas a Bernardo Larroudé tensaban los nervios de quienes ayer a pico y pala agrandaban el corte en la ruta a la altura del meridiano para que el agua fluyera con más intensidad de la que estaba pasando. Por otro lado, un grupo de personas trabajaban colocando bolsas de tierra para que no se produjeran filtraciones en puntos estratégicos donde el agua se constituía en amenaza para el pueblo.
Según informes recogidos hoy la situación tiende a mejorar ya que las filtraciones habrían cesado y el nivel se mantendría estable.
Sin embargo, el alerta continúa. Ahora, la situación más complicada la estaría viviendo la localidad de Villa Sauze donde luego de los tristes acontecimientos, sus pobladores han aceptado la realidad con el mismo desconsuelo que sienten aquellos que sufren la crecida del río.
Foto: Noticias en el face
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