La capacidad máxima de fieles que puedan asistir a los templos para las celebraciones, se establecerá de acuerdo con lo que las normativas que rigen la presencia de personas en lugares públicos y/o según el tamaño en superficie del templo, no superando en ningún caso el máximo de 10 personas en total.
Se registrará a las personas al ingresar al templo, estableciéndose los mecanismos adecuados para organizar por cupos la asistencia con una inscripción previa.
Sólo podrán asistir los fieles al templo parroquial/capilla de cercanía.
Los asistentes deberán respetar la distancia de seguridad de 2 metros para lo cual se marcarán los lugares en los bancos.
Antes y después de cada celebración, deberán extremarse los cuidados en torno a la limpieza, ventilación y a la desinfección del lugar, especialmente los bancos y otros elementos que las personas puedan tocar.
Se deberá tener a disposición para quienes entran y salen del lugar, alcohol al 70% y/o en gel en lugares bien visibles y accesibles.
Los fieles deberán concurrir con tapabocas y/o barbijo (cubriendo la boca y la nariz).
Las pilas de agua bendita permanecerán vacías.
Los micrófonos estarán cubiertos con algún tipo de elemento que permita su descarte y remplazo al final de la celebración.
Teniendo en cuenta que las personas no pueden permanecer mucho tiempo en lugares comunes, se evitaran celebraciones prolongadas, por lo cual deberán ser breves.
No se pasará la colecta sino que la ofrenda de dinero podrá ser depositada al salir del templo, en recipientes destinados para tal fin, colocados en algún lugar conveniente y visible.
No se realizará el saludo de la paz, ni de ningún otro tipo de culto.
Se deberá evitar cualquier tipo de contacto físico y/o a través de objetos.
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