lunes, 4 de abril de 2022

"Cartas desde las Islas", hoy: “Te pido que te cuides y cuides a mis adorables hijos”


Banderaló, abril 5 -  Este texto corresponde a la serie "Cartas desde las Islas", una edición de la correspondencia enviada por 15 soldados y oficiales durante la Guerra de Malvinas, presentadas por Clarín.  

“Río Gallegos

10 de mayo de 1982

Mi amor: espero que al recibir estas líneas se encuentren vos, nuestros hijos y el resto de la familia bien.

Yo estoy en perfectas condiciones con muchísimo deseo de que esto terminé bien y pronto. Hoy cumplo 10 días en el despliegue y no hay mayores novedades. La única constante que hemos tenido es el mal tiempo. Todavía no hemos visto el sol.

Nuestro grupo creo que es el que más cómodo trabaja, ya que al tener dos escuadrones hacemos turno un día cada uno y podemos dormir un poco más el día libre. Como te cuento en mi anterior estoy viviendo en el hotel Santa Cruz, uno de los mejores de Gallegos. Es muy bonito y cómodo. Yo vivo con Gavazzi. Lo único incómodo es que todas las comidas las hacemos en la base, y eso nos hace bajar mucho, ya que hay varios km entre la ciudad y la base. Como ya te comenté, ubiqué a los parientes, recién pude hacerlo el sábado y me invitaron para el domingo y allí almorzamos juntos. Pasé un rato muy lindo, como los domingos en casa junto a toda la familia.

Mi salud es buena, no obstante me cuido, y he tomado la determinación de no cenar, de esa forma duermo mejor y no exijo al estómago.

Recibí los dos paquetes que me enviaste, llegaron juntos, gracias por todo, están riquísimo los chocolates.

El que no llegó fue el guaraní creo que ya lo regresaron por el mal tiempo.

Respecto a los teléfonos, vos ya tenés el del hotel al igual que la dirección, y según parece nos van a poner o conectar un teléfono directo a través de YPF, para que todos podamos llamar y no sea un gran presupuesto. Cuando esté conectado te llamaré. Para el de allá para acá (RYD-GAL) pregunta a Pérez que seguramente ellos están en el tema. Ese teléfono funcionará solo en la base así que si me llaman a través de él debes hacerlo antes de las 21 hs ya que después de esa hora voy al hotel. Estoy en campaña de conseguir ropa para la gimnasia, porque tenemos un lugar donde ir, pero casi ninguno trajo equipo. La ropa es de tropa (toda verde) tiene una pinta bárbara. De aquí no tengo otras noticias, todos estamos muy bien, con muchas ganas y con una fe en que todo va a salir bien. Pensando siempre en el asado que vamos a hacer cuando esto termine.

Esta escrito pero, te pido que te cuides y cuides a mis adorables hijos y más teniendo en cuenta que 'Oscar Federico' ya puede estar entre nosotros. Puedes estar tranquila que yo cumpliré con mi misión lo mejor posible y jamás arriesgaré más allá de lo que la seguridad y experiencia me permitan. Ustedes siempre estarán conmigo, y son mis guías, mi fuerza espiritual, y mi voluntad de volver, lo que hará salir airoso de esa situación. Como última recomendación te pido que no confíes en noticieros y periodistas, no olvides que allí por encima de todo buscan el negocio, la información siempre estará cargada de desconfianza más de los críticos.

Mi vida me despido de vos hasta muy pronto con un besote grande para vos y nuestros hijos y todo el resto de la familia.

Oscar

PD: les envío la bendición al Manu y Leti”


El primer teniente Manuel Oscar Bustos era piloto del Grupo 5 de Caza de la V Brigada Aérea. Estaba basado junto a su cuadrilla en Río Gallegos, desde donde despegaban los aviones hacia sus objetivos en las islas. El primer teniente se desempeñaba como jefe de escuadrilla de los cazabombarderos A-4B Skyhawk, un tipo de avión de ataque desarrollado en los Estados Unidos en la década de 1950.


El 12 de mayo de 1982, al día de haber escrito la última carta a su familia, el primer teniente Bustos, los tenientes Jorge Ibarlucea y Mario Nívoli y el Alférez Alfredo Vázquez partieron hacia las islas con la misión de atacar la fragata Brilliant y al destructor Glasgow, navíos de la Marina Real Británica.

La última foto

Una fotografía tomada antes de subir a su avión el 12 de mayo muestra al primer teniente Bustos sonriente, colocándose su traje de vuelo y equipo anti exposición a pocos momentos de partir.


El día anterior, el primer teniente se había esquinzado el pie derecho al tropezar en un pozo tapado de nieve. Sin embargo, hizo prometer a un compañero que no diría nada para que no lo bajaran de la misión. El borceguí de cuero desatado del primer teniente, que se observa en la imagen, probablemente haya sido una forma de aliviar el dolor para cumplir con su tarea.

A las 12:20 del 12 de mayo de 1982 partió la escuadrilla. Bancos de niebla y sal en los parabrisas de los aviones dificultaban la visión. La escuadrilla era atacada por fuego antiaéreo de las naves británicas. A pesar de las condiciones adversas, lograron dañar a los navíos de la Marina Real.

Los A-4B Skyhawk de la Escuadrilla Cuña del primer teniente Bustos volaban a quinientos metros entre sí cuando recibieron los impactos de un misil Sea Wolf. El primero, en el avión del teniente Nívoli. Luego el del teniente Ibarlucea. Bustos trató de esquivarlo, pero su nave tocó el agua y se estrelló en el mar.

La familia Bustos

El primer teniente Manuel Oscar Bustos había nacido el 13 de marzo de 1952 en la Ciudad de Córdoba. Ingresó en la Escuela de Aviación Militar en 1969, y egresó con el grado de Alférez en 1972. Estaba casado con Mabel Mercedes Altamirano Bernahola.

Mabel junto a sus tres hijos: Lucas Manuel, Leticia Andrea
 y el pequeño Oscar Federico, quien no llegó a conocer a su padre.

El matrimonio Bustos tuvo tres hijos. Fue durante su estadía en Río Gallegos que el primer teniente Oscar Bustos se enteró que Mabel estaba embarazada de su tercer hijo. En sus últimas cartas, el primer teniente expresó su deseo de que lo nombraran “Oscar Federico”.

Manuel Oscar Bustos fue ascendido a capitán post mortem. Sus tres hijos siguieron sus pasos: dos trabajan en la Fuerza Aérea y el tercero en la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

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