Que Pascual esté en el massismo y Segretín en el sciolismo es una alternativa política circunstancial, ambos son peronistas y pelean por liderar ese espacio en Gral. Villegas. Esta situación quedó evidenciada en el debate donde Campana intentó potenciarse como el verdadero cambio en el plano local.
Con la buena organización de Diario Actualidad se llevó a cabo el primer debate de los candidatos a Intendente Horacio Pascual (Frente Renovador), Eduardo Campana (Cambiemos) y Ernesto Segretín (Frente para la Victoria).
El debate contó con la moderación del Dr. Diego Batalla de la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires y giró sobre cuatro ejes temáticos:
- Desarrollo Económico, Humano y Ambiental.
- Seguridad, Tránsito y Seguridad Vial.
- Educación, Deporte y Salud.
- Infraestructura y Obras Públicas.
Avezado en el arte del discurso Segretín supo exprimir su tiempo no solo para hacer conocer sus propuestas sino también para dirigir críticas al actual gobierno. En ese terreno aprovechó para denunciar “la mentira y necedad que el municipio actual tuvo” con el tema gas para Piedritas y Bunge “negándose sistemáticamente a encabezar la obra”. Pascual respondió que esas obras tenían "viso de corrupción" por el sobreprecio que la empresa prestadora BAGSA intentaba cobrar.
Por su parte, fiel a su estilo, el referente de Cambiemos no se sumó a la confrontación de sus adversarios, sino que sumó en cada participación suya los proyectos e ideas que prepara para una eventual asunción al gobierno local.
Así las cosas, el actual intendente con intenciones de continuar como tal, reiteraba una y otra vez los logros alcanzados durante estos 20 años de gestión compartidos con su antecesor Alegre. No hubo anuncios ni proyectos propios sino que hizo hincapié en la continuidad de lo que denomina “equipo” de trabajo.
Cruces hubo algunos. En este sentido se nota el enfrentamiento que Segretín tiene con la conducción actual, dijo el candidato kirchnerista que desea que “vuelva la cultura del trabajo y la dignidad y que este municipio no siga explotando a los más necesitados haciéndolos formar fila todos los viernes por $40 semanales. Quiero que Villegas trabaje y el asistencialismo sea una etapa y no una herramienta que genere pacientes y rehenes del Estado Municipal”.
Por el lado de Pascual, que tuvo que defenderse como pudo, al hacer su conclusión final propuso cerrar “los ojos unos minutos” e imaginar qué sería de General Villegas si no hubieran gobernado el municipio en los últimos 20 años. Detalló “que sería del Teatro Español, del Prado Español, del Prado Italiano, de La Vieja Usina, del Hospital Municipal...” y otra vez enumeró lo que hicieron en 20 años.
Campana se diferenció, como dijimos, de sus oponentes hasta tal punto que en un momento de su exposición dijo refiriéndose a Pascual y Segretín: “escucho hablar de gestión, de gestión, de gestión… 20 años de gestión y no concretaron lo que el vecino quiere. Por eso es tiempo de una alternancia, de un cambio”.
En definitiva, Segretín sacó algunas ventajas en este debate y a Campana no le fue tan mal. En cuanto a Pascual tendrá que personalizar su figura y desprenderse del “equipo” si quiere continuar en el palacio municipal.
La experiencia que deja el debate es que se puede hacer en un contexto de respeto donde el ciudadano, es decir el votante, pueda sacar sus propias conclusiones.