Ayer se desarrollaron las PASO. En Villegas ganó Cambiemos. Este es el dato concreto. Irrevocable. Se puede decir, pasado el primer impacto, que la ciudadanía villeguense reiteró su compromiso de romper con el pasado. Y es cierto. Que le dijo no a declaraciones rayanas en la soberbia. Y es cierto. Que la política del vale todo no vuelve más. Y es cierto.
Sin embargo hay otros puntos que merecen analizarse. En un cuadro complicado donde la catástrofe natural, representada por una inundación que asoló y destruyó gran parte del partido de General Villegas, había quienes suponían que el campo y los pueblo que más sufrieron iban a castigar al gobierno municipal restándole votos. No fue así. Al contrario, los duplicó en relación a las PASO 2015.
Hay dos mundos paralelos. Uno es el real, el de las personas que caminan, transpiran, se embarran, le dan pelea al agua y aun así logran ver que hay un estado presente. Que con errores y aciertos estuvo y está allí donde hay que dar pelea. Que hay inversiones en maquinarias y voluntad de solucionar los problemas. A veces lo hace bien y otras no tanto. Con aciertos y con errores. Pero hace. Y el otro mundo es el virtual, el de la redes sociales, donde la negatividad es una constante. Si bien los candidatos villeguenses todavía no le dan la real importancia, las redes sociales se convierten en una lucha de ideologías donde los más experimentados aventajan a los menos osados.
En estos dos mundos ni los más optimistas pronosticaban que Cambiemos se iba a imponer, según datos provisorios, con más del 40%.
¿Ganó Campana por mérito propio? Es probable. Él y su equipo de gestión muestran que se puede gobernar proponiendo valores de honestidad, de humildad sin perder el sentido solidario.
Pero también es cierto que desde la oposición hubo errores en la campaña que fortalecieron la imagen de Cambiemos. Alianzas imprevisibles, candidatos repetidos, discursos de ocasión y críticas al ejecutivo sin sentido que podrían haberse evitado. Además de algunos jingles utilizando canciones de moda cantándole loas al candidato que terminan por aburrir.
Este ha sido un paso más. El intendente y sus candidatos merecen festejar. Sólo por un día. Porque las elecciones legislativas que se desarrollarán en octubre están a la vuelta de la esquina. Aquí quien se relaje está en peligro.
Para resaltar: la participación de hombres y mujeres jóvenes que empiezan a caminar la política local. Más allá de los resultados es deseable que su desempeño se fortalezca para el bien de la comunidad y la democracia villeguense.
Raúl Ernesto Comba
Periodista de Banderaló Noticias
Periodista de Banderaló Noticias