Las mujeres en la actualidad ganan espacios impensados apenas unas décadas atrás. En casi todas las profesiones se destaca la figura femenina impulsadora e igualitaria. Así vemos mujeres camioneras (hay dos en General Villegas), albañiles, plomeras, etc.
Hoy destacamos a una mujer villeguense que por estos días está ejerciendo un trabajo rural tradicionalmente ejecutado por hombres: embolsadora de cereales (silo bolsas).
Su nombre es Naty Arzumendi, madre de seis hijos. Su última actividad fue cuidar ancianos, por lo que el salto laboral que dio es digno de destacar.
Hablamos con la protagonista quien nos contó que Jorge Diez, dueño de la empresa, había publicado en Facebook que necesitaba mujeres para trabajar. Al principio creyó que era una broma, pero al comunicarse por teléfono y luego entrevistarse personalmente entendió que la propuesta era seria. Así se enteró que Diez necesitaba mujeres para embolsar. “Le dije que sí, cuenta Naty, que me animaba a trabajar. Para mí era algo nuevo, extraño, una experiencia nueva. Imaginate que vamos a ser cuatro o cinco mujeres, por ahora somos dos. Ayer llegué a Córdoba con mi patrón, estamos en Justo Daract. No conocía lo que era una embutidora, no había tenido experiencia previa”.
Por ahora son dos mujeres que ya se incorporaron al campamento, ella y otra chica que maneja la picadora, actualmente trabajan a la orden de un instructor, “son dos hombres que hace rato que trabajan en esto, nos van a enseñar hasta que le agarremos la mano. Yo ya le agarré la mano, la embutidora es un maquinón grande, no sabía lo que era un embolsamiento del silo bolsa. Me encanta y no quiero dejarlo”, se entusiasma.
Al preguntarle si su actual patrón le había comentado por qué decidió contratar a mujeres para esta tarea rural, Naty dice que también ella hizo la misma pregunta y que la respuesta fue que las mujeres son más organizadas, responsables y dispuestas a aprender enseguida.
Coincide que es una tarea rara para una mujer, y se ríe al recordar que ni su familia, ni sus amigas ni la gente a las que le comentaba su iniciativa le creían hasta que vieron las fotos por Facebook, ahora la felicitan.
Si bien la empresa es de General Villegas tiene muchos clientes en Córdoba así como también en Santiago del Estero, por lo que le espera una vida nómada a la que deberá acostumbrarse, por ahora disfruta lo que está haciendo.
Finalmente asegura que viven cómodamente en una casilla que “es muy confortable, tenemos aire, televisión, heladera. Descansamos bien. La casilla fue acomoda para nosotras, es hermosa”.
No cabe dudas que Naty está haciendo historia y sentando un precedente que su pares imitarán, ¿por qué las mujeres no podemos hacer estas tareas?, se pregunta Naty. Ella misma nos responde con su ejemplo de lucha y sacrificio: lucha contra una sociedad machista y sacrificio impulsado por una situación económica que nos lleva a replantearnos si nos quedamos llorando por los rincones o avanzamos poniéndole ganas a la vida. Para salir adelante. Para hacerse un espacio. Para construir nuestro futuro.