Marcos Aguinis, en la reseña de de su libro ¡Pobre patria mía!, escribe:"Esto no es un libro. Es un grito sublevado, un llamado de atención, una apelación a parar la pelota enloquecida en que se ha convertido la Argentina de hoy."La frase del creador de la bandera siempre aparece cuando la actualidad lo reclama, cuando las ideas arden, cuando es necesario, en el camino al infierno, ser claro, breve y categórico.
También recurro al lamento final de Manuel Belgrano para referirme sin anestesia a esta fórmula que sacude a la política y sobre todo, a aquellos que todavía creemos en la política como única herramienta democrática.
El candidato Macri llama al peronista Pichetto para retener el poder en la elecciones de octubre. Sin importar el mal que puede ocasionar a un, cada vez más, desilusionado electorado.
Ya habíamos recibido un impacto anterior que fue cuando la ex presidente Cristina Fernández eligió a Alberto Fernández como candidato a presidente.
Dos anuncios que sacuden a propios y extraños. Ahora, el peronista nacido en Banfield pero radicado políticamente en Río Negro, acompañará a Macri en la fórmula presidencial, fórmula que, dicen, lo había pedido el radicalismo y también lo reclamaron los empresarios.
¡Pobre patria mía!, hasta dónde hemos llegado: hasta el descrédito absoluto.
Raúl Ernesto Comba,
Banderaló Noticias
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