La Pampa: mató a su ex mujer, a la pareja de ella y se suicidó
Brutal doble crimen en Ceballos.El ex marido irrumpió en la casa de la pareja y asesinó a tiros a ambos. Luego avisó por teléfono a la Policía y se disparó.
En un raid demencial, un hombre irrumpió en la casa de su ex esposa, la mató a sangre fría de un tiro en la cabeza y después asesinó de otros dos tiros a la actual pareja de la mujer. En ese estado, hizo varias llamadas, entre ellas a sus dos hijas y una hermana, para avisarles de lo que había hecho. Y después se suicidó.
Los brutales crímenes ocurrieron entre la noche del sábado y la madrugada de ayer en Ceballos, un pequeño pueblo ubicado a 17 kilómetros de Intendente Alvear, en el norte de La Pampa.
Elisabet Mendía (49) estaba con su actual pareja Carlos Montes (55) en su casa de Ceballos. Estaban juntos desde hace tres años y vivían allí desde comienzos de este año. Entre ambos se repartían el manejo de un camión, un Mercedes Benz 1518, con el que transportaban cereal.
Mendía estaba separada desde hace cinco años de su ex esposo, Raúl Coronel (55), el encargado de un campo ubicado entre Villa Sauze y Gonzalez Moreno, en el oeste de Buenos Aires.
Coronel irrumpió en la casa rompiendo la puerta a patadas, según detallaron fuentes de la investigación. Fue cerca de las 20.30 del sábado: ese es el horario que él mismo confesó cuando llamó al número emergencia de la Policía para avisar de los crímenes.
Una vez adentro, primero atacó a su ex mujer, a quien le disparó en la cabeza, desde un costado. También tenía un tiro en el cuerpo. Su cadáver fue hallado en la cocina comedor de la casa.
Montes, la actual pareja de la mujer, estaba en el umbral de la pieza. Creen que intentaba huir, ya que iba de espaldas: tenía un tiro en el corazón y otro en el pulmón, según detalló la autopsia.
El sargento Gustavo Barrionuevo, encargado de la comisaría de e Ceballos, fue quien respondió al llamado del atacante. “Entramos con cuidado. Pero enseguida comprobamos que era verdad: había dos cuerpos”, dijo.
El agresor llamó cerca de la 1.20 de la madrugada del domingo. “Los maté, pero como a las 8 y media (de la noche). No vengan a buscarme porque ‘se arma la gorda’”, dijo.
Mientras la policía ingresaba a la casa donde estaban los cuerpos, Coronel volvió a llamar. Dijo que se iba a matar. Además llamó a sus dos hijas, una hermana y algunos primos: les contó lo que había hecho. En un rastrillaje, lo encontraron cerca de una vía, en la estación de ferrocarril del pueblo.
Tenía un disparo en la cabeza. Al costado estaba el arma, una pistola Bersa, calibre 22 largo de 15 disparos.
Elisabet Mendía y Coronel tenían dos hijas. En su relación hubo varios antecedentes de violencia, conocidos en el pueblo y en la familia. “Hace cuatro años la mandó al hospital”, dijo una fuente. Fue después de la separación. La mujer estuvo internada en el Hospital Centeno de General Pico, donde los médicos radicaron la denuncia contra Coronel. No fue la única denuncia en su contra, sin embargo, no había ninguna medida judicial vigente en su contra.
Hace dos años, en 2013, Coronel ya había intentado asesinar a Elisabet Mendía. La persiguió por Intendente Alvear empuñando un cuchillo. Esa vez, según pudo saber Clarín, el hombre sólo estuvo demorado.