Banderaló (18/3/20) - Raquel Alderete es una banderolense que desde hace unos años vive en País Vasco, en la bahía llamada Donibane, España. Su testimonio refleja la angustia y la desazón que se vive en uno de los países más afectados, junto a Italia, por el coronavirus.Cambios de hábitos por la cuarentena
En la bahía hay 3 contagiados, pero están solo con cuarentena. Mi familia somos mi marido, él está trabajando, para ir necesita el coche entonces lleva un comprobante del contrato para justificar por qué está en circulación en caso de control policial. Yo tengo un bar restaurante (que me obligaron a cerrar el día que entró el estado de alarma) por lo que mis empleados han tenido que entrar en vacaciones para no tener que hacer despidos por circunstancias especiales, que es lo que van a hacer muchas empresas que se dedican a la hostelería, mi hija de 11 años, que desde el jueves se suspendieron las clases así que solo van los profesores y dan las clases de forma telemática, y tengo a Agustín, mi hijo, que vive en otro pueblo donde aún no se ven casos, y él también continúa trabajando aunque en principio solo hasta hoy por que la falta de insumos les obliga a cortar la producción.
La epidemia a nivel nacional
A nivel nacional, exceptuando algún que otro que siempre hay, la gente ha tomado mucha consciencia, en general todo el mundo cumple con el protocolo, por que se sabe que es la única forma de pararlo y al que no lo acata tiene su sancion ya sea monetaria o con cárcel.
En Madrid por lo que se escucha, al ser tanto casos, el personal sanitario está sobrepasado, hay residencias de ancianos donde hay muchos casos y muchas muertes.
El gobierno por primera vez en la historia se ve una unión de partidos apelando al bien común ya que, como recalcan todos los días en el parte, el virus no ve fronteras ni diferencias.
Medidas tomadas por el Gobierno Español
Las fronteras están cerradas pero garantizando el fluido del transporte que trae productos de primera necesidad y fármacos o productos sanitarios.
Se han tomado medidas excepcionales intentando reflotar las pérdidas y las consecuencias de esta cuarentena, como dicen ellos "para que luego del virus no nos mate el hambre".
El gobierno garantiza que los gastos básicos como agua, luz, hipotecas estén obligados a no cortar y/o esperar un cierto tiempo para su cobro después de no trabajar todo este tiempo.
Preocupación por lo que pase en Banderaló
Me dolía ver cómo en Argentina se lo estaban tomando, como si no les fuera a llegar, aquí también pasó eso, todo el mundo pensaba que no iba a llegar y ahora estamos transitando quince dias de encierro en casa, es lo lógico, porque sino esto no va a parar. Rezo a Dios para que no llegue al pueblo, sobre todo por mi padre que es el que más me preocupa, no es que no me preocupan los demás sino que mi padre es una de las personas de riesgo. En las manos de ustedes está que cumplan lo que se les pide y hagan cumplir a los que no lo hacen. A veces no nos damos cuenta de las cosas hasta que nos suceden a nosotros o a nuestras familias".
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