“Estamos frente a una ola de calor que por definición son más de 3 días consecutivos y hay que tener mucho cuidado y tomar recaudos, sobre todo en algunos pacientes que son vulnerables o grupos de riesgo”, destacó Vázquez.
En este sentido explicó que “los niños menores de 5 años, adultos mayores, los pacientes que tienen muchas o varias enfermedades crónicas y polimedicados, son aquellos pacientes que tienen elevado riesgo de sufrir el golpe de calor y como consecuencia no es una enfermedad banal, sino muy graves donde repercuten varios órganos y pueden comprometer seriamente y causar graves consecuencias”.
“Otro grupo de riesgo son aquellos trabajadores que son sometidos a la intemperie y deben tener los recaudos necesarios”, agregó.
Los niños en lactancia deben tomar el pecho con más frecuencia, mantenerlos frescos en la sombra. Además hay que ventilar la casa, dejar cerrado y protegido del sol con ambientes oscuros y también es recomendable en un ambiente oscuro dejar un recipiente con agua para humidificar y bajar la temperatura.
“Los mayores deben tomar agua fresca o jugos frutales, evitar comidas copiosas (carnes y chacinados) y evitar el consumo de alcohol”, dijo y aclaró “sobre todo quienes tienen que ir a trabajar al aire libre porque produce mayor deshidratación”.
Igualmente consideró que no hay que llegar a la instancia de tener sed y la necesidad imperiosa de tomar líquido, “porque estamos en una sintomatología de un cuadro de deshidratación y es un síntoma de la enfermedad”.
“Hay que tomar sin tener sed abundante cantidad de líquido, comidas livianas, frutas, verduras, evitar las comidas copiosas y condimentadas, y utilizar ropa holgada y de colores claros, y no exponerse a las altas temperaturas, tratar de no salir cerca del mediodía y pasadas las 5 de la tarde si no tenemos que estar en la vía pública”, recomendó.
En la medida de lo posible los adultos deberían estar en un lugar cerrado, acondicionado y si no hay aire acondicionado, ventilado.” Además baños frecuentes con agua fría e hidratación”, añadió.
Con respecto a los síntomas enumeró; calambres, deshidratación, necesidad imperiosa de líquido, hasta cuadros neurológicos severos e hipertermia lo cual puede requerir internación.
“Depende la gravedad, terapia intensiva o sala con el tratamiento oportuno de hidratación, no hay una medicación específica para el golpe de calor, simplemente y lo más importante son las medidas de prevención”, señaló.
Ante cualquier síntoma el Hospital y todos los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) están preparados para la atención médica y de enfermería.
“Hay que tener en cuenta estas medidas sobre todo en nuestra población con los niños y abuelos que tienen que estar acompañados para que no tengan la problemática”, finalizó.