martes, 5 de abril de 2022

CARTAS DESDE LAS ISLAS. HOY: “En la encomienda poneme una cámara con varios rollos. Quiero llevarme grandes recuerdos.”


Banderaló, abril 6 - Este texto corresponde a la serie "Cartas desde las Islas", una edición de la correspondencia enviada por 15 soldados y oficiales durante la Guerra de Malvinas. Créditos Diario Clarín. 

“Puerto Malvinas

27 de abril de 1982

Querida hermosa familia, ayer 26 de abril recibí la primera carta. Me llegaron las tres cartas juntas, la de ustedes, María Alicia y Vicki. Verdaderamente me puse muy contento. Por lo que dicen las cartas, todavía no han llegado mis otras dos cartas que les mandé desde las MALVINAS.

Estoy esperando ansiosamente una encomienda lo más completa posible. Mamá, si te animás, en la encomienda poneme una cámara fotográfica con varios rollos a color. ¿Sabés? Quiero llevarme grandes recuerdos.

Cambiando de tema, me puse muy contento cuando recibí la carta de María Alicia y el dibujo de José Pablo.

Papá, por favor quiero ver el 0 km cuando llegue. Ayer logré enterarme que Banfield perdió con Alte Brown ¡Qué desastre! Cada vez está haciendo más frío, en estos días seguro que empezará a nevar.

Me olvidaba, el otro día vino Galtieri y estuvo cerca nuestro al igual que el gallego Gómez Fuentes. En el avión que nos trajo a las Malvinas había un periodista que nos sacaba fotos, pero si les digo el nombre de una revista les voy a mentir.

Papá Coquito, si no puedo llegar a escribir otra carta te deseo Feliz Cumpleaños.

Quiero volver y abrazarlos a todos y no soltarlos más. Estando aquí estoy comprendiendo lo que es tener una familia, recién ahora me doy cuenta estando a tantos kilómetros. No les voy a mentir, cuando me puse a leer sus cartas empecé a llorar como un tonto. Me despido porque no tengo más espacio para escribir. Saludos. Todos.

PD: En la encomienda mándenme diarios y revistas, los más recientes posibles”


Marcelo Daniel Massad llegó a las islas el domingo de Pascuas de 1982. Al empezar la guerra, le faltaban solo tres días para ser dado de baja del servicio militar obligatorio. El lunes 5 de abril se presentó en el Regimiento de Infantería Mecanizado 7 de La Plata y no volvió más a su casa. Nueve días después, llegó a Malvinas.

Daniel había sido convocado en el verano de 1981 para recibir el número que definiría su destino durante el servicio militar obligatorio. Mientras esperaba en la fila, se encontró con un amigo y, para seguir charlando, le cedió su turno a la persona detrás de él. Ese chico recibió un número bajo, no tuvo que hacer la conscripción. Daniel, en cambio, fue asignado al regimiento en La Plata desde donde partió a la guerra.

Fines del secundario. Daniel, sentado en el medio,
 con sus compañeros del colegio San Andrés donde se recibió de bachiller.



Luego de casi dos meses después de su llegada a las islas, el Regimiento de Infantería 7 de La Plata al que pertenecía el soldado Massad custodiaba el Monte Longdon, una ubicación clave en torno a la guarnición argentina, asentada en Puerto Argentino. En la noche del 11 de junio de 1982, comenzaba allí una de las batallas más cruentas de Malvinas. Durante casi 9 horas y entre fuego de morteros, relámpagos de bengalas y bayonetas, soldados argentinos y británicos lucharon cuerpo a cuerpo por Puerto Argentino.

Marcelo Daniel Massad fue uno de los caídos en la batalla. Aunque se había dado una orden de repliegue, Daniel continuó la marcha para comunicarle esa instrucción a otro grupo que no lo había escuchado. Fue entonces cuando una ráfaga de ametralladora le dio en el pecho. En la mano apretaba un rosario “doble”: había unido el que le entregó su madre Dalal antes de irse a las islas y el que había recibido del Ejército.

El doble rosario que llevaba Daniel en la Batalla
 de Monte Longdon. Un compañero lo retiró de su cuerpo
para llevárselo a su familia.



Ese mismo día en el continente iniciaba la visita del Papa Juan Pablo II. Millones lo acompañaron en sus misas en la Basílica de Luján, en Palermo y en la Catedral Metropolitana, entre ellos la madre de Daniel, Dalal Massad. La tapa de Clarín del sábado 12 de junio refleja su visita: “El Papa abogó por una paz justa y digna”.

Dos días después de la muerte de Daniel y de la visita del Papa, el 14 de junio de 1982, el gobernador militar de las islas, Mario Benjamín Menéndez, firmaba la rendición y el cese de hostilidades ante el comandante de las fuerzas terrestres británicas, Jeremy Moore.

De Banfield a Malvinas
Marcelo Daniel Massad había nacido el 31 de diciembre de 1962 en Banfield, en la Provincia de Buenos Aires. Sus padres, Said Osvaldo “Coco” Massad (a quien menciona en su carta como “papá Coquito” y le desea un feliz cumpleaños anticipado) y Dalal Abd eran ambos de ascendencia siria.

Daniel era un hábil deportista y un fanático apasionado de Banfield. En su carta menciona que “logró enterarse” que su equipo había perdido contra Almirante Brown. (Probablemente hace referencia al partido del 17 de abril, diez días antes de su carta, en el que su club perdió 0-1 por un gol de Héctor Rivoira).

Antes de partir a Malvinas había conseguido jugar de arquero en las divisiones inferiores del club. En una de sus cartas, le pidió a su padre que hablara con la Comisión Directiva para que le reservaran su lugar en el equipo hasta su regreso. Que se comprometía a defenderlo tal cual estaba defendiendo las islas y a la Patria en Malvinas.
Una fotografía familiar tres años antes de la guerra.
Daniel junto a sus padres y sus hermanas Yamile y Karina en la casa
de Banfield, reunidos por los 15 años de Yamile (de fucsia)


La familia Massad todavía vive en la casa de Banfield, donde mantienen intacta la habitación de Daniel. Los restos de Daniel descansan en el cementerio de Darwin.









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