
Asistieron desde productores particulares, representantes de empresas hasta vecinos que nada tienen que ver con las actividades agrícolas pero que el tema de las aplicaciones los toca de cerca.
La exposición se extendió por más de dos horas y hubo tiempo para intercambiar ideas y escuchar a las dos partes inmersas en esta cuestión: la del productor que necesita fumigar para mantener su fuente de trabajo y la del ciudadano que muchas veces son afectados por este tipo de fumigaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario