
Los seis hermanos fueron internados en el Pequeño Hogar de Banderaló ya que el objetivo de las autoridades era evitar la separación de ellos y permanecieran juntos en un mismo lugar. La ONG banderolense brindaba todos esos requisitos y los recibió con agrado. Allí transcurrieron su infancia y adolescencia integrándose a la comunidad. Cuando una ley de menores indicó la finalización de funciones de instituciones de este tipo, los chicos fueron delegados a personas que tuvieran vínculos con ellos. A partir de allí, cada uno fue construyendo su propia historia. Una de esas historias, la de Omar, quien había nacido el 5 de julio de 1995, tuvo hoy un final inesperado. Historias que arrastran desarraigo, voluntades golpeadas por el destino.
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