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| Hisopado, foto archivo |
¿Recuerdan cuando el año pasado protestábamos porque nos cerraban todos los caminos? ¿Cuando se suplicaba por la presencia de voluntarios para evitar que el VIRUS ingresara a nuestro pueblo?
Había un sentido de responsabilidad y empatía comunitaria.
¿Qué pasó? ¿Por qué este relajamiento? ¿Por qué vale todo ahora que estamos soportando este rebrote?
Es preocupante la edad etaria afectada de COVID en nuestro pueblo. Adolescentes, jóvenes...
Nadie lo afirma (tampoco lo desmienten) pero se habla que el orígen sería una fiesta clandestina donde habrían llegado una o dos personas de otro pueblo con el virus sin que lo supieran. Así habría empezado el desastre.
¿Ahora quién le pone el cascabel al gato? Frase que alude a la dificultad o imposibilidad de realizar algo por ser peligroso.
Una de las consecuencias: En la escuela secundaria hay dos burbujas aisladas por casos sospechosos y una por caso positivo.
A esto se le suma, si es cierto, que hay casos de hisopados que se hacen particularmente y no son reportados a salud pública lo que dificulta el rastreo para aislar a los contactos. ¿Se puede ser tan egoista?
Al menos esperemos que respeten a los mayores y no los contagien.
No hago leña del árbol caído. No persigo a los jóvenes y no tan jóvenes por asistir a fiestas clandestinas. Sólo llamo a la responsabilidad de cuidarnos. Entre todos.
Que hay cansancio, es cierto.
Que hay que trabajar, es cierto.
Que necesitamos recreación es cierto.
Pero por sobre todo necesitamos protección, tranquilidad, saber que podemos superar esta pandemia...
Será posible si tiramos parejo y hacemos un mea culpa. Por que no siempre la responsabilidad es del otro.
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