A diario leemos en las redes sociales y en otros medios protestar contra la Cooperativa por diferentes motivos. Cortes, tarifas, agua, televisión por cable, servicios que están siempre en la mira del asociado. Sin embargo, en las Asambleas, donde está la oportunidad de informarse o preguntar, el socio no concurre. Ni hablar de integrar el Consejo de Administración.
Según la Alianza Cooperativa Internacional, en su Declaración sobre Identidad y Principios Cooperativos, adoptados en Manchester en 1.995, define: "Una Cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controladas".
Cada Cooperativa es una empresa, en el sentido que es una entidad organizada que funciona en el mercado, por lo tanto debe esforzarse para servir a sus miembros eficiente y eficazmente.
Son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religioso.
Los hombres y mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante los miembros. En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho de voto (un miembro, un voto).
Si esto no ocurriese y ya no hubiese miembros que la representen por disidía, por indiferencia, por el no compromiso: ¿cuál sería el futuro de la cooperativa?
Raúl Comba
Banderaló Noticias
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