- ¿Cómo surgió la idea de formar un grupo para afrontar la crisis sanitaria impulsada por el COVID_19?
- Charlando con la gente sobre la situación actual y viendo la magnitud de este problema se decidió organizar algunas reuniones con los comerciantes primero y luego, charlando con el delegado municipal, Juan Jose Satragno, el Oficial Inspector Ezequiel Escudero y el presidente de “Juntos por Banderaló”, Luis Eliceche, comenzamos a organizar esta idea que finalmente se pudo diagramar. Atentos a esta situación, que todavía no comenzó con severidad y gravedad y que va a continuar, según mi impresión, se me había ocurrido cerrar un poco el pueblo, limitando la cantidad de contactos exteriores que es la única manera que tenemos de defendernos, no hay otra, no existe vacuna ni tratamiento, la prevención en el primer caso es fundamental. Yo podía asesorar sobre salud pero necesitábamos el aporte municipal y legal y de los comercios fundamentalmente. Se tomaron resoluciones, todas positivas y siempre con un solo fin: tratar de tener el menor contacto posible con la gente que no es de Banderaló. El virus acá no está, pero alguien lo va a traer y tenemos que evitar que ese alguien lo introduzca en la comunidad. Cuando ese virus llegue va a ser más difícil el control. Todos tenemos contactos conocidos en los negocios, en el consultorio, en la vida diaria y no sabemos en qué momento va a suceder, por eso todas las medidas de aislamiento que podamos tomar ahora, que parecen exageradas, el día que tengamos algún caso van a ser pocas, limitadas
- Que evaluación se puede hacer a una semana de haberse tomado estas medidas.
- La gente va tomando conciencia y cada vez hay menos gente circulando. Hemos tomado decisiones que no son lindas pero que tenemos que tomarlas y se van profundizando. Creo que esta es la etapa de concientización y de cambiar hábitos. No nos sirve de nada cambiar de hábitos cuando tengamos el virus acá adentro porque no va a dar tiempo. No nos hemos reunido después de esta semana para que los demás den su opinión, lo que si te digo es que todos los comerciantes y representantes de entidades estuvieron de acuerdo. Son temas difíciles de manejar pero no hubo una sola discusión en las reuniones que tuvimos. Acá tenemos que estar bien todos, no nos sirve que alguien no tenga agua o carne o que pase una necesidad extrema, porque ese alguien va a salir a buscar ayuda en otro lado y probablemente reciba ayuda de otro lado y ahí va a hacer que ingrese el virus. Todos estamos expuestos, por eso, todas las poquitas medidas que podamos tomar, son fundamentales.
- Todas estas medidas van a continuar hasta el 13 de abril, a partir de esa fecha se irían flexibilizando algunas de ellas, ¿es aconsejable?
- Esta es una enfermedad que afecta mucho en invierno y a mí me parece que esto todavía no empezó, a mí me parece imposible que dentro de un mes estemos sin la cuarentena. Si se flexibiliza la gente lo va a tomar como que ya pasó y que los riesgos no existen y vamos a tener un pico en mayo y uno en junio. Estoy de acuerdo con las medidas que están tomando, me parece correcto que la vayan anunciando así, cada quince días, porque si nos dicen que vamos a tener dos meses de cuarentena es mucho más duro. Creo que la cuarentena va a seguir y debería seguir.
- ¿Qué hacer durante el aislamiento? Sabemos que trae consecuencia en el comportamiento y en el ánimo de la gente.
- Una cosa que puede ser útil y, creo es una de las pocas que puede ser útil, es pensar en si uno se infecta: pasaríamos de un extremo a otro de la salud con los riesgos que eso implica. Seguramente se van a infectar muchos pacientes jóvenes y va a pasar como una gripe transitoria sin diagnóstico, pero saber que hay un caso de coronavirus en la comunidad, pensar en eso, nos ayuda a decir: hago este esfuerzo un mes más, dos meses más. Tenemos que ir al día, tal vez para el 13 esto mejore. Uno tiene que poner en la balanza la ansiedad, la angustia, las sensaciones, las necesidades económicas. Las dos cosas más grave son el estado de ansiedad que se origina y la necesidad económica porque mucha gente trabaja y vive de lo que produce ese día o en esa semana entonces, no es fácil manejarlo, pero ese costo emocional y económico hay que ponerlo en la misma balanza de la salud de un familiar querido: mamá, papá, hijo, hermano… por eso el esfuerzo vale muchísimo.
Recorro mucho haciendo visitas para que el paciente no vaya a consultorio y veo que la gente tiene la casa ventilada. La mayoría tenemos un pedazo de patio, hablamos con el vecino a través del límite de la casa, hablamos con el del frente de vereda a vereda, quiero decir con esto que las comunidades chicas tienen cierta ventajas para poder sobrellevarlo, de todas manera es muy impactante y origina convivencias a las que no estamos habituados.
- ¿Cómo fue su regreso a la salita? ¿Fue decisión propia o se lo pidieron?
- Fue mi decisión. Cuando empecé a ver qué cosa se podía hacer. Le podía pedir a los viajantes que no entren, a los comercios que tengan productos más económicos, a las carnicerías que ofrezcan cortes a menor precio, a las mujeres que desinfecten la casa pero desde mi punto de vista ¿qué puedo aportar? Si mi idea es que a este virus alguien lo va a traer y lo que tenemos que evitar es que vengan gente de afuera (acá estábamos recibiendo seis o siete profesionales semanales que vienen de terapia, de la ambulancia, del SAME, de los pacientes del hospital) que están en contacto con un montón de enfermos porque son profesionales de la salud, entonces me dije que esa puede ser una puerta de entrada. Hablé con las autoridades de la salud de la municipalidad y les propuse hacerme cargo del centro durante la tarde sin ningún contrato ni honorarios, lo único que pedí es una notificación donde me habiliten para ejercer mientras yo pueda. Lo mismo que los comerciantes, los carniceros, los viajantes, estas medidas van a ser transitorias, nadie está obligado a continuarlas. En mi situación, si aparecen muchos casos de coronavirus, si me desborda la situación y no lo puedo contener, tendré que decir bueno hasta acá llegué, no puedo hacerme cargo y tendrán que venir desde General Villegas, mientras tanto atiendo de lunes a jueves durante la tarde de 16 a 19 horas.
- ¿Cuáles son los consejos, para que la gente recuerde, que debemos tener en cuenta para prevenir el coronavirus?
- La higiene de las manos es algo fundamental, la limpieza de los picaportes, las manijas de los coches, el cajero del banco que es un foco importante, he ido varias veces al cajero y me llevo mi aerosol con agua y alcohol, rocío el cajero y le paso una servilleta descartable, es una medida fundamental y la tenemos que hacer ahora, en los negocios rociar agua con lavandina en los pisos porque la gente pisa y el virus queda en la suela del calzado. Siempre antes de comer lavarse las manos, cuando alguien llega a su casa, del picaporte de adentro de la casa a la perilla del agua del baño sin escala, después que se higienizó las manos se puede tocar la cara, abrazar los chicos, tomar el control remoto, si hago todo eso antes de lavarme las manos es un grave error. Hoy no, hoy lo podemos hacer pero tenemos que acostumbrarnos a no hacerlo ahora porque cuando haya un caso nos vamos a enterar seis o siete días después que esa persona tenía coronavirus y contagió a gente que conoce. Lo otro, fundamental, es no andar en la calle más de lo necesario. Tengo que andar en la calle y veo que es muchísimo menor la gente pero encuentro gente, a lo mejor van a trabajar, a cuidar algún enfermo o sale por un motivo muy especial, pero hay veces que hay más circulación viéndolo sin saber que están haciendo. Me parece que tenemos que disminuir la circulación, ir a hacer los mandados de a uno, en los autos ir de a uno lo mismo que en motos. Menos circulación de gente en la comunidad, todos estamos haciendo un esfuerzo, pero todos tenemos que andar menos en la calle, a los más jóvenes que colaboren con los que más riesgos tienen, tenemos que cuidarnos de esa manera; ese es el esfuerzo que pedimos por unos cuantos días más, no creo que sean pocos pero cuando terminen van a ser importantes.
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