Banderaló (2/11)- Hemos recibido esta carta con pedido de publicación para despedir a los dos jóvenes banderolenses fallecidos en trágico accidente, Oscar Toranzo y José Chimussa. Reservamos la identidad por pedido expreso de su autor. Estamos seguros que muchos de nuestros seguidores compartirán estos conceptos.Hasta Luego
Ya pasaron unos días desde que se fueron, qué paradoja de esta vida , se fueron los abanderados del Pueblo, uno distinto al otro, uno abanderado de una institución que está destinada a salvar vidas, la otra institución destinada a formar jugadores con humildad.
Lo dos de gran hombría. Coraje. Sobre todo ese don de buena gente.
Uno de carácter fuerte, siempre al frente, siempre poniendo fuerza a lo inremable siempre haciendo por el otro, con ganas, con garra. Indudablemente dueño de un corazón lleno de Amor, así debe haber sido criado por su mamá y sus abuelos, rodeado de mucho amor, amor que él supo dar y repartir entre los viejos y los niños.
Dueño de una sonrisa grande.
El otro, Pacífico, luchador como pocos, a sus pocos años tantas peleas que se le pusieron adelante.
Siempre tan tranquilo, humilde, donde entraba emanaba paz, esa tranquilidad que pocos sabían llevar en un cuerpo.
Admirable poder de superación y humildad que sólo los grandes podían portar.
Increíble su forma de dar a cambio de nada. Increíble su amor por un club que lo vio crecer. Respetuoso. Cariñoso. Con muchos valores que realmente llamaba la atención.
Los dos grandes pibes, y digo pibes porque lo eran.
Dejaron un vacío enorme en un pueblo, en sus familias y en sus amigos.
Siempre los vamos a recordar, siempre que juegue ingeniero, siempre que bomberos voluntarios esté en actividad.
Los vamos a estar extrañando siempre.
Siempre sonriendo. Así eran los dos.
Descansen, disfruten, sean felices, como lo eran acá.
Dejaron muchísimo en cada niños, en cada padre, en cada abuelo.
Hasta luego Óscar, hasta luego José.
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