El ARA General Belgrano fue el único barco hundido por un submarino nuclear en la Guerra de Malvinas el 2 de mayo de 1982. Causó la muerte de 323 argentinos. Sobrevivieron 770, entre ellos Juan.
En una publicación para el diario Crónicas de General Villegas, nuestro héroe local relataba el momento preciso del ataque: "Era el 2 de mayo a las 4:30 cuando salimos fuera de las 200 millas marinas , fuera del bloqueo, estábamos a 35 millas argentinas. El comandante del buque nos había dado descanso porque estábamos fuera de peligro. Yo agarro el jarro para ir a la cocina para tomar el mate cocido y luego me pongo a charlar con un pibe de Chacabuco cuando pegó el primer torpedo. Nos sorprendimos, creíamos que había explotado una caldera. Sin embargo, cuando pega el segundo, sí fue en la caldera, el buque quedó a oscuras y comienza a incendiarse. Todos gritaban. Estábamos asustados. Era desesperante ver que el buque comenzaba a inclinarse. Tiramos las balsas salvavidas y esperamos la orden del comandante. Finalmente da la orden y comenzamos a tirarnos a las balsas.
Lo importante era alejarnos del buque. Remábamos con los remos, con las manos, todo valía para alejarnos del buque y evitar que nos succionara. Junto a 18 compañeros naufragamos hasta el día siguiente. A las 17 horas nos encontraron pero recién nos rescataron a las 21. El buque que nos rescató fue el Gurruchaga que nos llevó finalmente a Ushuaia. Allí nos abrigaron y nos alimentaron para luego llevarnos en avión hasta Río Grande. Desde allí, en otro avión, nos trasladaron hasta la Base Naval de Puerto Belgrano desde donde repartieron a los sobrevivientes en colectivos llevándolos a sus provincias".
A Juan lo dejaron en Trenque Lauquen desde donde se vino a dedo hasta Banderaló.
Un año para brindarle nuestro homenaje y celebrar su permanencia en nuestro pueblo, que es su pueblo, el que eligió para desarrollar sus actividades (hoy como portero de la Escuela Primaria Nº 6) y formar su familia.
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